Cada 16 de enero se celebra el Día Internacional de las croquetas uno los alimentos más famosos de la gastronomía española y que más pasiones ofrece, aunque en realidad su origen es francés. Las croquetas son muy populares en España, los Países Bajos y en Sicilia.
Cuentan los que de esto saben que surgió en Francia, donde el aristócrata Louis de Bechamel, encargado de la cocina del rey Luis XIV. El ‘padre’ de las croquetas trabajaba como recaudador de impuestos y era superintendente de la casa del duque de Orleans. Se dice que él o alguno de sus ayudantes, creó la bechamel. Esta salsa, en realidad fue resultado del perfeccionamiento de salsa más antigua a base de crema, por François Pierre de la Varenne cocinero del marqués de Uxelles, a la que se la dedicó, como lo hacían a menudo los cocineros para la nobleza del tiempo.
Pero no fue hasta 1817, cuando el cocinero Antoine Cámere, sirvió cena para el archiduque de Rusia ‘croquettes a la royale‘. El chef tuvo la brillante idea de recubrir la bechamel de capa crujiente.
Como en todo aquello que destaca hay más teorías sobre las croquetas. La italiana, que dice que la croqueta fue creada por los cocineros florentinos de Catalina de Medici que la acompañaron a su boda en Marseille con Enrique II de Orleans en 1533. A ellos se atribuye ser los inventores de la bechamel gracias a que esta reina inició revolución gastronómica en el país galo.
Otra hipótesis, con menos credibilidad, es la que habla del duque Philippe de Mornay, gobernador de Saumur y señor de Plessis, a quien se le han atribuido inventos de distintas salsas: Mornay, Lyonnaise, Oporto y Chasseur.
La croqueta francesa original ‘croquette’ era mucho más dura que la que conocemos actualmente. Dicen que “cada maestrillo tiene su librillo”, pues cada país ha ido adaptando la receta a sus costumbres, y es común encontrar por Europa las ‘croquettes’ elaboradas con papas machacadas, rebozadas y sin bechamel.
El término croqueta, se atribuye de la onomatopeya croc o de croquer (crujir). Y de ahí, croquette. En otros países cambia de nombre: kroket (Holanda), krokett (Hungría), korokke (Japón), croquete (Portugal / Brasil), kroketten (Alemania), croquette (en inglés). En España, de forma coloquial hay gente que pronuncia mal este producto y lo llama ‘cocreta’, término no aceptado por la Real Academia Española de la Lengua (RAE).
En España, suelen aprovechar lo que sobra de otros alimentos, para añadirlos a uno de los entrantes más deliciosos que arrasan en las tiendas online de croquetas. Seguro que en el futuro, le seguirán dando más vueltas a las recetas de croquetas artesanales.
Por todo lo anterior y mucho más cada 16 de enero se celebra el Día Internacional de la croqueta. Algo que gusta a todo el mundo debe de tener su propia fecha especial y este manjar no se iba a quedar atrás.
Por supuesto, cualquier día es perfecto para disfrutarlas pero, el 16 de enero reunidos con la familia, los amigos o con la pareja deben ser protagonistas de la mesa.
Existe un sin fin de recetas para conseguir la elaboración perfecta de este manjar, la base es la bechamel para la que basta tener harina, mantequilla, leche y sal… El relleno puede variar desde carne, pescado, marisco o verduras y para el empanado solo necesitas huevo y pan rallado.
Para celebrarlo y compartir aquí te damos algunas ideas de croquetas que aseguran expertos foodies triunfan en cualquier mesa selecta y por qué no también en la nuestra.
Croquetas de chipirón (calamar). Exquisita croqueta de masa fina, rellena de chipirón triturado que le aporta sabor especial. Es canapé que logra sabroso contraste, ya que su interior es cremoso y su exterior, crujiente.
Croquetas de boletus (hongos) y camarones. Para la elaboración, se prepara bechamel, a la que se incorpora sofrito de boletus y camarones. Una vez elaboradas las bolas, se pasan por huevo y pan rallado, antes de freírlas.
Croquetas de jamón. Se preparan con bechamel y trocitos de jamón serrano se les da forma de rollitos. Se pasa por huevo, harina y pan rallado y se fríe. Queda crujiente por fuera y esponjosa por dentro.
Croquetas de queso azul. Se elabora bechamel fina con queso azul para darle sabor potente al bocado. La masa de las croquetas se prepara con harina, huevo, frutos secos, nueces, almendras y avellanas -bien triturados-, que hacen la función del pan rallado tradicional y suavizan el sabor del queso. Todo ello se fríe en aceite y se presenta sobre pan tostado con un poco de jamón ibérico.
Ahora sí, feliz Día Internacional de las Croquetas, disfrútalas.