La tormenta que se avecina * Kronoz y la industria de la construcción
SI LAS desavenencias con EU y Canadá siguen como hasta ahora, no se necesita ser adivino ni experto financiero para saber lo que ocurrirá, no importa si la arrogancia del Ejecutivo lo lleva a suponer que el mundo no es global y que su soberbia le indica que permanecerá incólume dentro de la esfera irreal en la que se introdujo.
Si seguimos como vamos esto es lo que podría ocurrir: Seguiría la presión de dólar sobre el peso; perderíamos el grado de inversión; los capitales se esfumarían; estaríamos en el umbral de salir del TMEC o cualquier otro tratado comercial; tendríamos que mantener altas las tasas de interés para retener inversiones; la economía podría sufrir otro resultado negativo en 2024 y 2025; se frenaría el comercio, el empleo y se abonaría de manera peligrosa al aumento de la pobreza.
Así el panorama, en lo que ya no se llamaría cuarta transformación, sino Cuarta Dictadura.
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LA INDUSTRIA de la construcción ha crecido de manera importante desde que acabó la pandemia sanitaria, e incluso con aplicación de nuevas tecnologías se ha convertido en un sector que cuida que la obra se termine en tiempo forma y que no haya desperdicio o desequilibrios en los inventarios al edificar una casa, un edificio de departamentos, una nave industrial o un centro comercial.
Hace unos días, platiqué con Andrés Bustos, director de Besser, la empresa que maneja el software de Kronoz, una empresa que ofrece soluciones digitales y que ha revolucionado la planificación en los proyectos en la construcción.
Con sede en Guadalajara, Jalisco, pero con operaciones en todo el país, y un centro de programadores en Chihuahua y otro en Colombia, Kronoz -nombre en honor al dios del tiempo de la mitología griega-, ha consolidado su labor de hacer eficiente y eficaz cualquier proyecto de construcción en cualquier parte del mundo.
La empresa de Andrés Bustos ha intervenido en la construcción de naves industriales e inmuebles en norte y centro del país, a través de acciones coordinadas con contratistas y trabajadores de este sector en donde se cuida la capacitación, se minimizan los costos y se termina la obra en tiempo y forma sin tanto desperdicio con en el esquema tradicional, donde los desechos de una edificación alcanzan hasta el 43 por ciento del costo total.
Aunque en 2023 se construyeron 133 mil casas en México, y la Encuesta Nacional a Empresas Constructoras (ENEC) difundió que el valor de las obras del sector en ese año sumó 67 mil millones de pesos, incluyendo edificios, naves industriales y centros comerciales, “el mercado todavía está árido”, nos dijo Andrés Bustos:
Pero prefiere el optimismo cuando nos subrayó que los planes en 2024 son la consolidación de Kronoz y Besser en América Latina.
Hay que admitir que este sexenio se ha caracterizado por mantener a la inflación fuera del objetivo de Banco de México (3 por ciento) y que los precios de los materiales de construcción, sobre todo en acero y concreto, se han disparado de manera abrumadora. Ante esa situación, la empresa de Andrés Bustos tiene un seguimiento puntual para intervenir en el momento en que han desviaciones en el presupuesto de la construcción.
Lo mejor es que el software de Kronoz se puede aplicar tanto en la construcción de una casa, en complejos habitacionales como los de Grupo DAGS, armadoras como Ford o tiendas departamentales como Liverpool.
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